Una bruja que practica zumba y una niña risueña de imaginación infinita son las protagonistas de este cuento, con el que te reirás como si estuvieras hechizado y que disfrutarás tanto si tienes cinco años como trescientos setenta. Si siempre has creído que las brujas no comen niños, sino que alientan sus fantasías; que mirar a la luna no es de locos, sino de soñadores, este es tu cuento.
Cuento de Silvia Becerra y Fanny Yusta.
Cuenta de Instagram: @cuentosdetitania
Ilustraciones: Gaby Thiery
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