En casa del viejo lobo hambriento siempre había para cenar una miserable sopa de verduras.
Pero una noche llamaron a la puerta de su pequeña cabaña y resultó ser ni más ni menos que una pobre ovejita que se había perdido.
El lobo, entonces, empezó a pensar que esa noche iba a poder llenarse el estómago con un delicioso estofado… Pero la ovejita no quería ser la cena del lobo, sino que quería ser su amiga.
A mis niñ@s les encanta, quieren que se lo lea una y otra vez. No os defraudará!!😊
Además de la recomendación os dejamos en la imagen una pequeña manualidad sobre el cuento.
Con cartón de los rollos de papel higiénico podéis hacer un lobo pintado con pinturas y con orejas de goma eva y una ovejita pintada y con algodón pegado.
Espero que os guste.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.